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No sé nadar y no, ¡no quiero meterme en el agua! Porque me da miedo el agua...
El miedo al agua es básicamente psicológico y, por tanto, irracional. Puede afectar a todo el mundo, jóvenes y mayores, a cualquier edad. Hay miedo al elemento en sí, el agua, pero también a las profundidades. Algunas personas no soportan la inmersión, o simplemente el chapoteo. Esta ansiedad se desencadena por la aproximación del propio elemento, y desencadenará taquicardias, malestar general, sudores fríos...
El motivo de tener miedo al agua es específico de cada persona, depende de nuestra historia, de nuestra experiencia pasada: un accidente que tuvo lugar en el agua, una situación de nuestra infancia mal vivida en el medio acuático. En consecuencia, el miedo sentido en ese momento, acompañado de un sentimiento de impotencia, marcará muy profundamente al individuo.
Pero sea como sea, podemos, en mayor o menor medida, solucionar este problema con un profesional. Porque sí, algún día queremos poder nadartranquilamente en un medio acuático.
Empecemos por suavidad. En acompañante el niño o la persona. Es importanteestablecer una relación de confianza con ella.
Esto le ayudará a avanzar paso a paso con usted. Sobre todo, no fuerce, no se precipite y tenga paciencia.
Detallamos juntos nuestro entorno, lo observamos. ¡Oh, mira a ese pequeño niña divirtiéndose por allí! ¡Y ese pequeño niño saltando arriba y abajo! ¡Son tan divertidos!
Nos tomamos nuestro tiempo, caminamos junto al agua. Asociamos el agua con una experiencia positiva.
El juego nos ayudará a familiarizarnos con el agua. ¡En la playa, pateamos las olas! ¡No pero! ¡Gané!
En la piscina tenemos todos los juguetes a nuestra disposición. ¡Es genial! ¡Mi barca flota y mi ballena escupe agua!
Aprendes a apreciar el agua. Y esto es importante incluso para los adultos.
El miedo al agua seguramente tiene una explicación, pero la primera es que no conocemos este medio, no lo dominamos. Al menos eso creemos...
Te acostumbras al agua poco a poco. Un poco de agua en la cara, te salpicas, un poco de agua en la cabeza, ¡ups!
Entra en el agua sin miedo. Tranquilízale, anímale y ofrécete a descubrir lo que hay bajo el agua .... Puedes llevar una máscara (para evitar que el agua entre por las fosas nasales).
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Ahora te toca a ti. Dinos lo que piensas en los comentarios.
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